domingo, 23 de noviembre de 2008

Mi tan celebre Dios



Querido y bien estimado Dios:

Hoy te escribo, con la incansable misión de recordarte que aun creo en ti. No lo se, simplemente el tiempo me ha enseñado que mis pasos marcan tus latidos y que todo parece maravilloso si lo ves detenidamente. A veces, recuerdo escenas pasadas en que veía tu mano acariciando mi nostalgia, y sin embrago ¿Donde estas ahora? Acaso... ¿Acaso ya no valgo para nadie? acaso tu amor es condicional... ¿Acaso no escuchas mis plegarias?. Lo confieso, no te he sido debota, ni casta. Tampoco merezco tu perdón inmediato, ni mucho menos tu fe. Sin embargo, ¿porque?¿porque todo parece tan gris a pesar de ser verano?¿porque la gente es tan fría?¿porque no bajas de una ves y demuestras tu amor?... Dios. Se que no soy santa de devoción, pero si admiradora de tus palabras y fuerza. Se, que no soy bautizada, ni mucho menos confirmada. Pero creo, que la fe que permanece en mi, con respecto a tu presencia, es gigante. Creo que ni siquiera Maria seria capaz de percibir. Padre, por favor, te pido que vuelvas a mi camino, asi tan presente estubiste alguna vez. Ayudame a convatir los recuerdo, y cerrar esta herida que brota como daga en mi corazon. Te suplico, que me escuches solo una vez y guardes mi sueño, mi querido padre te imploro, no me dejes caer una ves mas, porque creo que ambos sabemos, que la tercera es la vencida. Cada ves falta menos para nuestro encuentro y solo tu puedes evitarlo >

Atte.