martes, 28 de agosto de 2012

cosas de la vida

Es extraño, hace mucho tiempo no sabia como ordenar mi mente, para que las ideas se conformaran en una historia. Ha sido un año intenso, por ello he tenido el valor de escribir sin temor a que alguien lo lea... Sin temor a que me juzguen... Sin temor a la vergüenza, por primera y ultima vez en mi vida. Ocurrió todo sin que me diera cuenta, sin notar el tiempo que transcurría, sin notar los espacios que ocupaba, sin saber en realidad la exacta razón de nada, pero así fue como el se transformo en mi vida, se transformo en mi pilar, en mi mundo, en mi amigo, en mi confidente y amante, en una parte importante de mis días, en la única razón por la que he sido capaz de soportar todo y a todos. El fue la mano que alejo la oscuridad y la luz que hoy me invita a soñar y replantear mis metas... Ocurrió cuando el miraba distraidamente su celular, contando historias de fantasmas, escuchando mis historias de aliens, bebiendo una cerveza, como otras muchas que se comparten sin importancia. Pero fue diferente, caminamos, le señale un carro de completos y sin mas, nos vimos sonriendo, continuamos la marcha riendo y sin mas, estábamos de la mano. Continuamos sonriendo. Pasaron los meses, aun confundida sin saber como se transformo en lo que hoy es. Y fue allí cuando ocurrió... Pensé que el mundo se derrumbaba bajo mis pies, que mis sueños se marchaban y me vería como otras tantas, como un mal sueño. Luego de esta impresión no contuve el resto, el llegó, seco mis lagrimas y me levanto nuevamente... Sin saber, que tan importante sería esto para mi. Pasaron las semanas, la salud empeoraba, mi alma se desprendía del cuerpo y no pensaba en mas nada que no fuera no encariñarme o no ser capaz de tomar una decisión al respecto, pero así fue. Muchos no entendieron esto, criticando y hablando por mis espaldas, pero ¿saben? no me arrepiento. A veces, las decisiones mas drásticas en la vida, te hacen tomar partido por un bando, muchos me consideraron una criminal, pero aquellos que compartieron este crudo camino sabían, que mi vida acabaría literalmente, mi cuerpo no resistiría, pero ademas, el sentir la mano de el, sin torcer junto a la mía, me hizo pensar, ¿hay alguien mejor para mi? quiero creer que no, quiero pensar que esto será eterno, sin final, ni principio, solo un evento que sucedió y nos unió, de manera extraña y brillante, de una manera cruda y casi tan perfecta, que ambos sabemos que no nacimos para ser el uno para el otro. De una manera u otra, siempre desafiamos al destino.