miércoles, 22 de junio de 2011

Introducción al caos de mi mente

Un leve repiqueteo y ruidos atronadores, bifurcaban el pedestal de mis sueños. La noche continuaba fría, y el viento no dejaba de crispar a cientos de kilómetros. Sin duda, se acercaba una tormenta, y como siempre, mi sueño se veía interrumpido por la banda sonora que este conllevaba.
Me incorpore lentamente, sin abrir completamente mis ojos. Palpe inconciente el baúl junto a mi cama, y prontamente encontré el encendido de mi alcoba. Las cortinas del frente, abiertas parcialmente, mostraban una lluvia imparable que descendía como dagas de marfil. Pero el frío, parecía escocer. Muchos años habían pasado antes de aquella helada.
Me cobije una vez mas, ocultando mis ojos de aquel resplandor desgarrador, no sin antes notar, que aun siquiera amanecía. Inspire constantemente, pero el aire penetraba tan desgarrador, que preferí parar un momento.
Mis sueños... Siempre se interrumpían sin saber la exacta razón. Frío, calor, lluvia, incluso habían veces, que sentía presencias en constante movimiento a mi alrededor. Sin duda, una imaginación imparable.
Intente volver a dormir, girando mi cuerpo en dirección a la pared, dando la espalda a aquella ventana, que tantas jugarretas me había brindado.
Poco a poco, el cansancio y la fatiga se apoderaban de mi mente, rindiéndome así, ante su inminente llegada.