domingo, 11 de agosto de 2013

El hombre de traje

Fue hace casi dos años cuando lo vi por primera vez. Solía llevar camisa celeste y una notoria corbata roja, sobre su impecable pecho y su traje azul marino. No solíamos cruzar palabras importantes, solo un saludo, seguido por una leve inclinación de cabeza. Era un hombre elegante, de aquellos que volteas a mirar por el simple impacto que causa su presencia en rededor. Lo encontré por redes sociales, cuestionando el hecho de simplemente "tropezar con el". Tan pronto hablamos, sentí la necesidad de saber cada vez mas de aquel sujeto, de aquel encantador sujeto. Esperaba encontrarlo cada noche en línea, sorprendiendome con un saludo anticipado por su parte. Así pasaron los meses (entre bromas y humoradas), cuando me propuso conocernos directamente. El destino ayudo lo suficiente como para unirnos en una distancia aproximada de 20 minutos. Aquel día no vestía su elegante traje, solo unos viejos jeans y un polerón raído por el tiempo. Conversamos de temas sin sentido mientras compartíamos una cerveza en una plaza cercana; el solía reír de todo, yo en cambio, solo disfrutaba de su alagadora compañía. Le invite a pasar a mi casa, cuando de pronto, toma una guitarra cercana y no pude evitar prestar atención a la bella melodía que tocaba. Algo en el era asombrosamente increíble. Cuando caminábamos rumbo a su destino, el beso mi mejilla y dijo "creo que la próxima vez te toca ir a verme", pasando exactamente 120 horas sin su presencia. Me citó un día sábado muy soleado, presentándome a su madre y cercanos, dirigiéndome a su habitación con prisa. Nada importante, solo volvió a tomar su guitarra y canto, solo tres palabras salieron por su boca aquel día, hermosas palabras, por cierto nada románticas. Después de una tarde de charla, le pregunte si le interesaría ir conmigo a un pequeño concierto que se realizaría al otro día en el parque mas importante de la ciudad, el se sorprendió, pero solo afirmo. Aquel Domingo, paseamos, comimos, nos bronceamos... Por la noche, el me acompaño a terminar un trabajo para la universidad, despidiendose con un calido abrazo, pasadas las 12 de la noche... De pronto, el hecho de vernos todos nuestros días libres ya era crucial. Sus mensajes animaban mis mañanas y escucharlo, simplemente despejaba el corazón de todo tormento pasado. Solíamos burlarnos de todos y disfrutar de la presencia del otro, sin presiones de por medio. Sin embargo, un día decidimos salir por la noche y todo cambio. Descubrí que aquel sujeto era especial, que su voz, su rostro y su compañía eran cruciales para volver a levantarme por la mañana. Que ya no podía ignorar el hecho de que mi corazón latía cada vez mas fuerte en su presencia. Que el día pasaba cada vez mas rápido en su compañía y que el, y solo el, eran los responsables de mi alegría continua. Afortunadamente, el sentía lo mismo que yo (o al menos eso decía) atreviéndose por primera vez a besarme y aquel beso, es el beso mas dulce que hasta hoy conservo y mantengo a mi lado.. Es el abrazo mas placentero y su voz, sigue siendo la mas hermosa que pude haber encontrado. Fue hace casi dos años cuando lo vi por primera vez. Solía llevar camisa celeste y una notoria corbata roja, sobre su impecable pecho y su traje azul marino. Me llevaba una ventaja de casi 4 años. Su mirada era profunda, inexpresiva. Su cabello muchas veces solía verse mejor que el mío. Solía confesarle lo mucho que gustaba de el, mientras que tomaba mi mano y miraba directo a mis ojos. Hoy aquel hombre no lleva aquel traje azul. Hoy lleva un cartón bajo su brazo, conocimientos en su cabeza, simpatía en su mirada y un corazón que lo espera con los brazos abiertos cada atardecer, y si se preguntan ¿cual es ese corazón? ese corazón es completamente mio y suyo. Pero actualmente, mas suyo que mio.

viernes, 8 de marzo de 2013

Él

El se escondía tras una sombra que opacaba todo asomo de alegría, gustaba de tardes melancólicas y de melodías pasadas de moda. Nunca se detenía a mirar atrás y trataba a todos con elegante indiferencia. Sus ojos eran gélidos y sus pasos cautelosos; siempre decía que tropezar, no estaba permitido, al menos no para el. Su rostro, era suave, inexpresivo, pero tiernamente conocido. Sus manos eran capaces de tocar bellas melodías y su voz, erizaba la piel con solo escucharla. Sin embargo, no es reconocido como el hombre perfecto. Siempre hay un pero, ¿No?

lunes, 17 de diciembre de 2012

Fin del Mundo

Luego de un tiempo sin plantarme frente a un computador con fines novelísticos, me empeño en plasmar aquí, algo que ha pasado por mi cabeza hace un tiempo, pero que luego de leer una publicación de alguien muy querido para mi, ha sido el precipitante e idea principal, para que lo haga. Tengo pena, rabia, angustia, cólera y un poco mas de rabia y pena. Me provoca "melancolía" creer o siquiera soñar, que el mundo pueda llegar a acabar. No es que las personas sean "mi creación divina favorita", ni mucho menos que posea esperanza de que en el fondo todo pueda cambiar, en ese caso ¿Que es lo que me pasa? Siento que no estoy preparada para desaparecer, sea frente una gran llamarada, un meteorito, una nueva era glaciar o simplemente, desvanecerme ante ustedes. Tal vez, la vida no sea perfecta, tal vez los humanos merecemos morir, renacer, morir de nuevo y renacer después, con el fin de volver a aprender, volver a entregarse, volver a saborear los instantes. Quien sabe. Detenerse a pensar en la muerte no es algo que haya hecho antes. Soy cobarde. Mi esencia es cobarde. Mi alma es cobarde y mi mentalidad es débil. Mi vida tal vez, no haya pasado mas allá de los treinta y algo o principio de los cuarenta, debido a una falla renal o multiorgánica, tal vez un atropello o una desgracia, pero ¿que ocurre cuando en realidad tu espíritu por seguir en pie sigue dando la pelea y no se rinde porque simplemente, no quieres morir? ¿como explicarle a la conciencia que todo ha acabado? Siempre he pensado en mi misma como una muñeca de trapo, que es capaz de soportar los golpes, pero no cuando las emociones se salen de control y nublan la visión de futuro. También, me he visto como una puesta de sol, inalcanzable y extrañamente familiar. Quizás mis instintos narcisos hagan ver esto con un toque de ironía leve, pero lo digo en serio. Pocas personas saben y conocen lo frágil que soy, como no aguanto las penas de otros, como no aguanto siquiera mis propias penas. Pero volviendo al tema, el mundo es un lugar oscuro y sombrío, reacio y "azaroso", en constante incertidumbre, pero peor aún, estático. Sin embargo, disfruto ver sus tardes, su inmenso sol, su lluvia torrencial,sus colores, su viento entre el cabello, sus pintorescos lugares y el amor que conforma una amplia gama de aspectos, pues aunque me cueste reconocerlo, el amor es aquello por lo cual vivimos, nuestro motor, nuestro anclaje. El fin de tanta "palabreria" o discurso, es que tendría pena que todo desapareciera sin dejar rastros ni testigos que puedan afirmar que "una sola persona, es capaz de cambiarlo todo"... Cambiarlo absolutamente todo. Feliz 21 de Diciembre.

martes, 28 de agosto de 2012

cosas de la vida

Es extraño, hace mucho tiempo no sabia como ordenar mi mente, para que las ideas se conformaran en una historia. Ha sido un año intenso, por ello he tenido el valor de escribir sin temor a que alguien lo lea... Sin temor a que me juzguen... Sin temor a la vergüenza, por primera y ultima vez en mi vida. Ocurrió todo sin que me diera cuenta, sin notar el tiempo que transcurría, sin notar los espacios que ocupaba, sin saber en realidad la exacta razón de nada, pero así fue como el se transformo en mi vida, se transformo en mi pilar, en mi mundo, en mi amigo, en mi confidente y amante, en una parte importante de mis días, en la única razón por la que he sido capaz de soportar todo y a todos. El fue la mano que alejo la oscuridad y la luz que hoy me invita a soñar y replantear mis metas... Ocurrió cuando el miraba distraidamente su celular, contando historias de fantasmas, escuchando mis historias de aliens, bebiendo una cerveza, como otras muchas que se comparten sin importancia. Pero fue diferente, caminamos, le señale un carro de completos y sin mas, nos vimos sonriendo, continuamos la marcha riendo y sin mas, estábamos de la mano. Continuamos sonriendo. Pasaron los meses, aun confundida sin saber como se transformo en lo que hoy es. Y fue allí cuando ocurrió... Pensé que el mundo se derrumbaba bajo mis pies, que mis sueños se marchaban y me vería como otras tantas, como un mal sueño. Luego de esta impresión no contuve el resto, el llegó, seco mis lagrimas y me levanto nuevamente... Sin saber, que tan importante sería esto para mi. Pasaron las semanas, la salud empeoraba, mi alma se desprendía del cuerpo y no pensaba en mas nada que no fuera no encariñarme o no ser capaz de tomar una decisión al respecto, pero así fue. Muchos no entendieron esto, criticando y hablando por mis espaldas, pero ¿saben? no me arrepiento. A veces, las decisiones mas drásticas en la vida, te hacen tomar partido por un bando, muchos me consideraron una criminal, pero aquellos que compartieron este crudo camino sabían, que mi vida acabaría literalmente, mi cuerpo no resistiría, pero ademas, el sentir la mano de el, sin torcer junto a la mía, me hizo pensar, ¿hay alguien mejor para mi? quiero creer que no, quiero pensar que esto será eterno, sin final, ni principio, solo un evento que sucedió y nos unió, de manera extraña y brillante, de una manera cruda y casi tan perfecta, que ambos sabemos que no nacimos para ser el uno para el otro. De una manera u otra, siempre desafiamos al destino.